Completamente de acuerdo. Cuando la gente hace algo porque lo hacen los demás, por seguir la corriente, o en definitiva sin planteárselo, a nadie le sorprende ni le parece mal. Pero si alguien hace lo mismo, basado en unos valores, en unos ideales más o menos bienintencionados, entonces el escándalo o la indignación están servidos.