Aquí otro con un canario a cuestas. Estaba ayer por la calle, dando pequeñas voladas, medio desplumado y sucio. A saber si se ha escapado o lo han soltado. Pobre, estuvo todo el día en una caja de galletas, hasta que por circunstancias llegó a casa, y fue ver el alpiste y tirarse a por él con un gesto de felicidad que no puedo ni describir, eso hay que presenciarlo.