Dios continúa en la imaginación de los hombres, y los que creen piensan en él de la misma manera que lo hacen los que no creen.
Cada uno le pinta a su manera, pero el concepto o idea se mantiene en su interior de la misma forma. Hasta en las tribus más alejadas se hacen un concepto de la idea misma de Dios. Pero, ¿En última instancia que es realmente esa idea? un reflejo de lo que pensamos que debe de ser o no ser, existir o no existir. Una buena cuestión para debatir.
No importa cuantas corrientes espirituales existan, que piensen en la idea como el equilibrio de la naturaleza; o como el mediocre fanatismo de un ser imperfecto descrito por modernas y viejas religiones. Tal vez a propósito para no conocer ciertas cosas que ellos saben demasiado.
¿Y quién pone la imaginación en nosotros más que la propia idea, que en realidad es causa desde lo que somos todos?, una visión u otra de Dios solo representa algo de todo ello. Algo de lo que el mundo piensa... algo de lo que el mundo sabe.
Ya no se trata de matar la idea de un Dios mediocre; o uno más acorde a las exigencias de lo que pensamos que es... el Amor. Se trata de nosotros.
Mata la idea de Dios y los hombres elegirán otra idea cualquiera para reflejar sus actos, para utilizarla en favor de los demás, o en contra; o quizás para cambiar las cosas que nos han tapado.
Aunque al final la verdad, esa información de primera mano que siempre es leída de segunda mano y tergiversada; la ciencia y el interés económico, o la opresión que tapa una montaña de mentiras; fueron siempre ignoradas o cambiadas por fraudes.
Ahora es fácil hacer que los demás crean que todo es fantasía; aunque se ridiculice; la verdad sale para los que no creen en lo que los otros no cuentan. Yo entre los que no creen en Dios; pero no porque no exista; es que ya sé exactamente de lo que hablo. Ahora para ellos ya soy una idea que catalogar. Quizás me escapo de su rueda de engaños. Pero tengo toda una vida de libertad en la que la lógica dogmática muere y se redescribe con los últimos descubrimientos. No puedo creer en algo que ya he experimentado y con ello afirmo que:
El físico John S. Bell demostró que lo que Einstein y sus colegas tomaron como paradoja podía demostrarse científicamente. La conciencia crea la realidad en la que vivimos y él lo demostró mediante la influencia de la misma en los fotones. ¿Somos la causa primera de todas las cosas? ... lo más probable es que pronto lo sepáis.
Supe que: (es un ejemplo de otros que lo saben): http://www.youtube.com/watch?v=BmeiNOlKbpg