A nos ser que haya llegado volando, donde hay una, hay muchas más.
Ya conté mi experiencia en otro hilo:
"Dicho ésto, tuve que pasar a la acción hace tres años cuando vivía en un apartamento de alquiler. Ya en la primera visita para decidirme a alquilar pude observar una huesped indeseable en la pared. El propietario me dice que si se encarga él, yo le digo que no se preocupe que yo le doy el pasaporte, y cuando se va, con un recogedor y un cepillo saco el susodicho huesped a la calle, vivito y coleando. Esa, mi primera noche, escucho desde la cama un ruído en el falso techo que iba en in-crescendo con el paso de las horas. No acertaba a identificarlo, parecía como si se movieran unos cables por la escayola, pero no le dí mayor importancia. En los días que siguieron, ví de vez en cuando algún que otro huesped, y ya escuché a los vecinos hablar de plaga y de volver a llamar a una empresa para que se encargara. Mientras, yo iba expulsando a los "sin papeles" según los iba encontrando, y comenzando a preocuparme por ese ruído inquietante del falso techo que sólo se escuchaba al anochecer. Hasta que un buen día, llegó el terror con toda su crudeza: estaba yo sentado en el sofá viendo televisión, cuando de repente por uno de los registros del cableado de luz comenzaron a salir decenas, centenares de CUCARACHAS excitadísimas y veloces, que tiñeron las paredes de negro".
Dile a mi madre lo de que no muerden ni pican.. Recuerdo que cuando vivíamos en colombia, hace tropecientos años, en una casa de planta baja, mi madre siempre tenía la mala suerte de que se le subían, le orinaban encima y le causaban sarpullidos.. Yo he intentado quitarme el mal sentimiento que tengo hacia ellas, pero es que no puedo.. Y no entiendo tampoco por qué me causan esa sensación de rechazo, pero no puedo hacer nada. Es ver una, y salir corriendo.
:chupi:
A mí alguna vez se me han subido por las piernas y nunca me han mordido. De hecho, antes me daba asco cogerlas (las rojas, las negras, que son más pequeñas, nunca me han producido ningún rechazo), y desde que me subió una por primera vez y vi que no pasaba nada, ya no me importa cogerlas con la mano para cambiarlas de sitio.
Lo mejor es que la dejes en un sitio donde tenga alimento, en algún parque, o un descampado con hierbas, o si tienes balcón con alguna planta, pues ahí.
Y para los que no se atrevan a cogerlas con la mano, pues siempre está la opción de ponerse guantes. Y si no, atraparlas en un vaso, y para levantar el vaso del suelo y que no se escape, se pasa un papel o cartulina por debajo antes de levantarlo, y ya se pueden transportar.