Para algunos sí lo es. :eing: Y la leche más aún.
Yo creo que la clave es pensar, cada vez que la tienes delante, en el sufrimiento que ha habido detrás. Yo cuando la comía podía hacerlo porque dejaba la mente en blanco, pero en cuanto ves su procedencia y lo recuerdas cada día, deja de parecerte un manjar. Vamos, digo yo... Al fin y al cabo sólo son músculos y tendones.