Te cuento lo de los masajes porque estoy muuuy puesta en el tema, ahora verás por qué. Los masajes en el periné, a priori, NO son necesarios ya que el cuerpo de la mujer está preparado para que el periné se vuelva elástico en el momento del parto, en lo cual influye la relaxina y demás. Peeeero hay excepciones. Mira mi caso: yo practiqué ballet clásico durante 20 años, con lo cual tenía el periné que parecía una pelota de golf, durísimo, como una piedra. Sólo de poner el dedo ahí ya me molestaba. Así que yo sí me di masajes (yo no, me los dio un osteópata obstétrico, imagina qué corte las primeras veces
), y desde bien pronto además (la semana 16 o así), de ese modo poco a poco fui ablandando y flexibilizando la zona. En el segundo embarazo ya no lo hice, porque mi periné ya estaba bien. Por lo tanto, los masajes de periné, si tu periné está bien, si no has realizado un ejercicio muy fuerte durante muchos años que puedan haberte endurecido la zona, no son necesarios, no tienen mucho sentido de hecho. Pero si tienes el periné duro, pues la cosa cambia. Por supuesto, por darte masajes no te va a pasar nada, así que si aunque no te haga falta tú decides dártelos, pues guay. Puedes usar aceite de oliva, o de almendras, de rosa mosqueta... También venden aceite de masaje específico para la zona, aunque es muy caro y tampoco le veo mucho sentido. Los aceites esenciales no se recomiendan en el embarazo. Y poco más, no sé si te aclaro algo.