¡Ah! ¡croquetas! ¡qué ricas son y qué bunas me salen! Está mal que yo lo diga, pero me salen muy ricas. Para que no se arrebaten, la masa tiene que estar bien consistente y bien reposada. Como quede más blandita de la cuenta, se corre el riesgo de que se abran. La temperatura del aceite y la forma de freír las croquetas también influye, obviamente, pero la clave está en la masa, en no quitarla de la sartén hasta que no esté bien consistente y se vea claramente cómo se separa la masa de las paredes de la sartén.
Estas son las mías (bueno, en realidad la receta y el modus operandi es de mi abuela, pero veganizada):
http://mivegablog.wordpress.com/2012/10/01/croquetas/