parónimos
Los parónimos son aquellas palabras que tienen entre sí alguna relación o semejanza (se parecen, pero no son), por su etimología (cálido y caldo) o solamente por su forma (escritura) o sonido (pronunciación).
Los parónimos por ser muy parecidas en su pronunciación y escritura, aunque muy diferentes en su significado, se prestan a confusión:
patrón = el que da trabajo a los obreros
padrón = nómina o lista de habitantes
efecto y afecto se pueden confundir en la pronunciación, así como
absorber <> absolver
infligir <> infringir
intimar <> intimidar
competer <> competir
pana, pala y pata son sustantivos parónimos
caballo y cabello tienen un sentido diferente con una forma muy parecida
Etimología popular por atracción paronímica:
“Fenómeno que se produce por la «tendencia a asociar a cada palabra un sentido determinado. Esta creación de significado manifiesta, en general, o bien por trastrueque semántico o bien por adaptación fonética de la palabra» (Wartburg). Se trata, pues, de un cruce basado en imaginarios supuestos etimológicos. Por ejemplo, el «cerrojo» fue en latín veruculum, que dio en español antiguo berrojo; pero esta palabra nada decía a la comprensión popular. Como el instrumento servía para ‘cerrar’, a esta voz se remitió por falsa etimología la insignificativa palabra berrojo, que así se llenó de significado: cerrojo, ‘lo que sirve para cerrar’. En este ejemplo se produjo un cambio fonético, pero la etimología popular (que, como Wartburg ha señalado, opera entre todos los hablantes, aun en los de mayor cultura) puede ocasionar incorrecciones en el uso de una palabra, y aun importantes cambios semánticos. Blondo, por ejemplo, significa ‘rubio’; pero en la mente de Meléndez Valdés se asoció a blando y onda, pasando a significar ‘ondulado y suave’: Tu vellón nevado / de ricitos lleno / cual de blanda seda / cuidadoso peino. El fenómeno se denomina también paretimología y atracción paronímica.” [Lázaro Carreter, F.: Dicc. de térm. filológ., p. 175-176]
Cuando la alteración se origina por asociación entre la pronunciación de una palabra y la de otra más familiar para el hablante se habla de etimología popular:
*vagamundo, por vagabundo;
*guardilla, por buhardilla;
*destornillarse de risa, por desternillarse de risa, etc.
Son más abundantes las confusiones denominadas de parónimos entre palabras de parecida pronunciación aunque de significado muy diferente, cuando se usa una palabra con el sentido de otra que tiene una expresión semejante:
abertura por apertura
lapidar por dilapidar
actitud por aptitud
ostentar por sustentar
contornearse, por contonearse
cortocircuito, por cortacircuito
trompa de agua, por tromba de agua
salir de ?estampida, muy generalizada, por salir de estampía
*en olor de multitudes, se han cruzado los dichos en olor de santidad y en loor de multitudes.