■Julien Mallard ('Seth') busca la combinación entre sus pinturas y los viandantes.
■Su trabajo le permite viajar, pintar y retratar a personas de países como Indonesia, Senegal, Ucrania, Chile y México.
■Cuando termina cada obra, espera a que se cruce en su camino la persona idónea.
La pintura se complementa con la presencia de la persona. Un obrero de Hong Kong posa junto a una caricatura que podría ser su álter ego callejero. Una chica vietnamita se detiene a contemplar la figura femenina que sujeta una sombrilla y mira de lado. El dibujo muestra a una muchacha delgada y con ropa de verano similar a la de la chica real.
El francés Julien Malland (Seth) (París, 1972) comenzó a fotografiar a personas junto a sus murales en 2008, cuando vivía en Brasil. El motivo era una selva húmeda. Bajo la pintura, un sin techo había escogido el lugar para dormir: "La foto hablaba por sí misma de la situación social de Brasil, pero también sentí que la pintura representaba el sueño del indigente".
Trabaja en Canal + como reportero y director del programa Les Nouveaux Explorateurs (Los nuevos exploradores), un espacio dedicado el arte callejero que descubre a artistas locales de países de todo el mundo . La circunstancia le ha permitido pintar y después fotografiar sus obras junto a personas de lugares como Chile, México, Ucrania, China, Indonesia y Senegal. La serie de fotos, cada vez más extensa, se llama Globe Painter (que se podría traducir como Pintor global).
"Lo dejo todo a la casualidad"
Considera importante no sólo el mural que crea en una calle, sino el modo en que la obra interactúa con los alrededores, con los vecinos, la arquitectura y las perspectivas. "La foto se convierte en el diseño de una escena que resalta tu trabajo. Una pintura que no encaja con su ambiente, pierde la magia".
Tras escoger un lugar que "comunica algo" y resulta fotogénico, elabora el mural con acrílicos y espray. "Cuando lo he terminado, lo dejo todo a la casualidad. Espero a que llegue la persona correcta que provoque la situación".
Habla con ellos en la medida de lo posible, les pide que posen como deseen. Seth recuerda con asombro la vez que encontró en Beijing (China) a una chica joven disfrazada de Guardia roja y que se colocó como sujetando una metralleta AK47 que ya había pintada en la pared y que apuntaba al niño que el artista había dibujado después: "La encontré con sus padres, que me animaron a hacer la foto. Todo encajaba a la perfección. La interpretación es libre...".