Te tocará las narices, pero es un hecho. Tu no decides si tu trabajo es precario o no. Quienes realmente hacen que lo sea o no son la legislación laboral, la situación económica de la empresa o los escrúpulos (o la falta de ellos) del empresario por decir algunos.
Y es de ilusos pensar que uno mismo es el único que decide si permanece o no en el puesto de trabajo.