Abejas amantes de las “emociones fuertes” podrían probar que estas tienen personalidad
Entomólogos descubren que ciertas abejas siguen los mismos patrones moleculares observados en seres humanos de tener un instinto aventurero que las lleva a buscar "emociones fuertes", un rasgo que podría considerarse indicio de personalidad propia.
Hasta ahora podría pensarse que el ser humano es la única especie que por voluntad propia buscan experiencias extremas que lo pongan en contacto con las llamadas “emociones fuertes”, sin embargo, investigadores de la Universidad de Illinois han descubierto que las abejas podrían tener la capacidad cerebral suficiente para desarrollar este mismo comportamiento.
Estudiando la manera en que las abejas cumplen con dos tipos de exploraciones vitales —una para encontrar un nuevo lugar donde residir y la segunda para encontrar fuentes de alimento— Gene Robinson y otros colegas notaron que ciertos especímenes estaban más inclinados que otros a “buscar la aventura”, un instinto que desde una perspectiva genética sigue los mismos patrones moleculares asociados con el mismo comportamiento en seres humanos.
Lo interesante de este descubrimiento es que, de confirmarse, abre la puerta a considerar que estos insectos poseen personalidades únicas y no siempre supeditadas al fuerte compromiso con los códigos y los intereses de la colonia.
“Hay una regla de oro en las investigaciones sobre la personalidad, y es que si muestras la misma tendencia en diferentes contextos, entonces eso puede considerarse un rasgo de personalidad”, aseguró Robinson.