El sábado próximo es mi cumpleaños, invito a comer a 2 de mis primas y sus maridos y tb vienen mis padres y por supuesto mis hijos.
Hoy, comida dominguera con mis padres, se comenta el menú que habrá el sábado.
Mi madre, a la que me jarto de decirle que quiero comida libre de carne, me dice que traerán jamón y embutidos varios para picar. Me callo.
Mi padre me dice que ponga unas costillas asadas. Y ahí le digo que ni hablar.
Es cierto que cocino carne para mi hija, pero me niego a celebrar mi cumpleaños así.
Entonces mi padre me dice que tengo que tener en cuenta a quienes sí comen normal . Y yo le digo que por un día que no coman carne no les va a dar el mono.
Mi hija que salta como un resorte y empieza a gritar diciendo que si yo como cosas raras, no es problema de ella ni de mis invitados y que se echa a llorar histérica, mi padre que me dice el consabido: "estás chiflada...". Mi madre que trata de poner paz y mi hijo que nos mira como pensando que estamos locos.
¡Por Dios que cansancio! Cansancio de tener que justificar lo que preparo de comer a MIS invitados; cansancio de que mi hija se meta en todas las conversaciones con su altísimo tono de voz y su tono despectivo hacia todo lo que pienso o hago, (¿cuando puñetas termina la adolescencia?); cansancio de que mi padre se piense que sigo teniendo 10 años y que tiene todo el derecho del mundo a decirme lo que he de hacer y no.
Hacía mucho que no pasaba esto. De hecho el pasado año puse comida enteramente vegeta y no dijeron ni mú, pero supongo que este año se sintieron en el deber de "alimentar bien" a mis invitados y no sólo con vegetales...
Me repatea que se metan. A ver, yo invito, luego yo cocino. ¿Por qué puñetas ellos deciden "completar" mi menú a su manera? Es que no lo consigo entender.
¿Por qué tengo que justificar lo que como o lo que ofrezco para que coman?
De verdad que es tan cansado... ¡uf!