¿Y por qué no probáis a utilizar simplemente cacao en polvo y luego lo endulzáis a vuestro gusto con sirope de agave o de arce o con lo que queráis? Yo llevo años haciéndolo, pero ojo, es sólo para quien le guste de verdad el cacao (y no esos polvillos industriales que lo que menos llevan es, precisamente, cacao), porque el sabor es intenso... a cacao ¡qué cosas!