Ahora es el reactor nº 3 el que sufre riesgo de una nueva explosión por una acumulación de hidrógeno (causa de la primera explosión ayer) y una posible fusión del nucleo. Igual como se hizo con el reactor nº1, los responsables de TEPCO están inyectando agua de mar (lo que significa que se dan por perdidos los reactores) y ácido bórico, para rebajar la temperatura y absorber neutrones del nucleo, respectivamente. Yukio Edano, que está actuando como portavoz del gobierno, informa El País, afirma sobre el reactor nº1 que "creemos que existe la posibilidad de que una fusión del núcleo parcial haya ocurrido. Está dentro del reactor. No podemos verlo. En cualquier caso, suponemos que la fusión ha tenido lugar". Lo mismo puede suceder con el reactor nº3. La información sigue siendo imprecisa, en los comunicados de TEPCO, se sigue hablando de "the explosive sound and white smoke", en vez de hablar de una explosión en toda regla, como ha podido ver todo el mundo a través de la televisión.
El accidente ha sido declarado de nivel 4, por lo tanto de menor peligrosidad que el de la central de Harrisburg o el de Chernobil (debido a la tipología de reactor se descarta, aún en el peor de los casos, un desastre parecido). No obstante la situación es muy grave, especialmente porque a medida que pasa el tiempo las cosas parecen empeorar. Hasta ahora se han evacuado más de 200.000 personas, y los niveles de radiación fuera de la central han vuelto a aumentar hasta doblar el límite legal en Japón.