Paso a contaros mi experiencia:
Tras años de ver tortillas de todos tipos y sabores, hechas por la familia, amistades, conocidos, etc.. decidí hoy hacer la PRIMERA tortilla de mi vida. Me remití con enormes grados de ilusión a este post que tanto agradezco por su sencillez, para instruirme y llevar a cabo esta gran hazaña!!
Preparo los ingredientes a mi rollo en la cocina con musiquita y con ese extraño placer que produce cocinar.
Vale, lo tengo todo dispuesto, por una lado las patatas en láminas (tambien pimiento rojo en taquitos pequeños y media cebolla) y por otra parte, la harina de garbanzo rebajada con un poco de agua y de leche de avena, y su chorrito de vinagre.
Remezclo y echo a la sarten. Se me queda esta cara:
Miro otra vez el post y se me queda ésta: :eing:
Miro mi sartén y lo unico que veo es patatas desperdigadas con un menjunje raro pero que no llegaba nada al borde de la sarten! ni tenia pinta de coger en algun momento de su vida, forma redonda...uff
Quito de la sartén. Pienso "esto necesita mas "pegamento", asi que hecho mas harina+agua+leche de avena.
Echo otra vez a la sartén y...
Pongo a fuego bajito y mientras friego lo que he ensuciado.. pasa un rato y llega el momento crítico: me dispongo a realizar el tan conocido "darle la vuelta a la tortilla".
Me ayudo con la tapa de una olla grande, le doy la vuelta con cara de peligro, y a continuacion:
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Tortilla rota-pegada-amorfa-destrozada! En el medio se habia creado un agujero negro que se llevó mis esperanzas...Proseguí pensando "siempre me puedo comer un revuelto
"
Intenté componer el agujero como pude y parece que resultó, se ve que lo mio es más la albañilería que la cocina!!
Justo cuando pensaba "esto no se va a hacer jamás y si se hace va a ser de todo menos redonda" ocurrió el milagro culinario!!!Le dí la vuelta definitiva para confirmarme a mi misma que he de mantenerme lejos de la cocina pero cual fue mi sorpresa al ver que el agujero negro...se habia recompuesto!! Aun quedaba lugar para la esperanza, y mi cara cambió de un
a un
He terminado mi tortilla, y me siento humildemente orgullosa de haberlo conseguido sin provocar una ecatombe nuclear ni un golpe de estado gastronomico.
Perdonarme el rollazo, pero tenía que compartir mi experiencia. El sabor...ya os diré dentro de un rato, pero consistencia y olorcillo no le faltan... Os dejo la prueba gráfica de mi aventura, modesta tortilla que me ha iniciado en el tremebundo arte de "dar la vuelta".
(Podeís apreciar la huella del agujero ya recompuesto..jajaja)