Bueno, otro tópico que en este caso se cumple: yo hablo bastante (ejem) y encima trabajo dando clases, así que cuando llego de noche vengo revolucionada, jajaja, así que empiezo blablabla... y hablo por los codos. Así que mi marido desarrolló la denominada "sordera selectiva", que le permite escuchar perfectamente la tele o el ordenador mientras me ignora olímpicamente.
La cosa es que cuando me entero de que está pasando de mí me enfado un montón con él, aunque tengo que reconocer que es normal lo que hace, es que soy muuuy pesá, jajaja