De la idea del blog Quotando (y de Arrels que insistió), sale está entrevista a Julio Ortega Fraile que me ha concedido para nuestro foro. Para el que no le conozca, Julio es el autor, entre otras cosas, del blog findelmaltratoanimal.blogspot.com, una recopilación de información muy completa sobre la defensa animal, a la vez que un blog de opinión de una pluma y una mente admirable. Aquí en el foro nos hemos hecho eco de sus escritos multitud de veces, por poner unos ejemplos recientes:
http://www.forovegetariano.org/foro/...ad.php?t=23706
http://www.forovegetariano.org/foro/...ad.php?t=26882
http://www.forovegetariano.org/foro/...ad.php?t=26333
http://www.forovegetariano.org/foro/...ad.php?t=23706
MUCHAS GRACIAS JULIO!!!!!
-¿Es consciente la sociedad del triste destino de los animales callejeros?
La sociedad, si hablamos de conocimiento, sabe en su mayoría cuáles son las circunstancias en las que viven los animales callejeros. Sean gatos o perros, todos los hemos visto desnutridos, sedientos, con señales de heridas, temerosos y también aplastados sobre el asfalto. ¿Produce esto mayor desasosiego en la mayoría de la gente que contemplar un colchón roto junto a un contenedor de basura?, lo dudo. Por una parte, la rutina encallece las conciencias y por otra, no hemos alcanzado la inteligencia y sensibilidad suficientes como para comprender que esas criaturas, son seres cuyas emociones y padecimientos físicos, resultan muy similares a los nuestros. Esto en lo que se refiere a lo que vemos, porque una vez que la Administración “limpia” el problema de las calles la indiferencia es todavía mayor, puesto que escudamos nuestro egoísmo en un falso desconocimiento al no ver ante nosotros lo que ocurre, así, creo que la mayor parte de la gente todavía ignora las diferencias entre una protectora y una perrera, del mismo modo que no tiene idea acerca de los protocolos de actuación establecidos para los animales confinados en estos últimos centros, y por supuesto, jamás han visto, ni me parece que quieran hacerlo, lo mucho que tarda en morir un animal al que como denominan eufemísticamente, han “dormido”, cuando el único verbo que se le puede aplicar es “asesinado”. Muy pocos están bien informados sobre tales procedimientos y menos todavía han sido testigos de ellos, pero lo cierto que la mayoría saben que esos animales van a morir, por lo tanto la actitud de la sociedad es una mezcla de desinterés y de ignorancia hipócrita.
¿Es lugar para un perro o un gato las calles de la ciudad?
Los perros y los gatos no escogen su espacio, es el hombre quien se los impone y los que vemos deambulando por las calles, son el resultado de abandonos, a su vez producto de la permisividad con la cría y comercio de animales, de la falta de campañas de esterilización o de educación de los ciudadanos ante la tenencia de animales de compañía, de la existencia de la caza, de la carencia de control sobre la obligatoriedad del microchip, etc. No hay entornos libres de carreteras, y ya sin entrar en el tema de los terribles actos de brutalidad que algunos miserables cometen con los animales callejeros, su destino antes o después, si no terminan en la fosa de alguna perrera, es acabar destripados en un arcén. No, las calles no son lugar para ellos, como tampoco lo son el escaparate de una tienda de animales ni los albergues con o sin sacrificio. Son seres vivos y mientras no dejen de ser considerados por la sociedad y los políticos como productos mercantiles y sujetos sin derechos, su tragedia continuará.
¿Conoces algún sitio donde los presupuestos de un ayuntamiento se ajusten a la realidad en lo que a esto se refiere y no se dependa de voluntarios a los que habría que poner una estatua?
Pues no conozco ningún lugar donde la gestión municipal sea la que lleve a cabo esa política de forma plenamente satisfactoria. En algunos ayuntamientos se han realizado avances sobre todo en lo que al sacrificio de animales abandonados se refiere, pero hasta que no exista uno donde las tiendas de mascotas estén prohibidas, su cría se limite a una camada sin que se permita la venta o muerte de los cachorros, las protectoras estén subvencionadas con dinero público y disfruten de todos los medios materiales y humanos necesarios, donde las perreras no existan, y se dé esa labor de toma de conciencia y control municipal que antes mencionaba acerca de la adopción y el abandono, habrá que seguir por desgracia pensando en levantar monumentos a los voluntarios, que sin recursos y sólo con una vocación y valentía infinitas, consiguen poner parches en las heridas abiertas por la negligencia y el egoísmo de los políticos.
¿Crees que el problema es el propio concepto de mascota o el comercio de animales?
No me gusta el concepto de “mascota”, que viene de la creencia de que un animal podía actuar como una especie de talismán y traer buena suerte a su poseedor. Creo que hablando de perros o de gatos, cada uno con sus particularidades, la compañía del ser humano es beneficiosa para todos, siempre y cuando exista respeto hacia las necesidades naturales de estas criaturas, pero hemos llegado por una parte, a la aberración de coartarles en muchos casos cualquier manifestación propia de su especie para adaptar su vida a la nuestra, y por otra, esta moda de tener animales cuanto más exóticos mejor, está llevando a cometer el crimen de mantener encerradas en viviendas desde iguanas hasta serpientes, pasando por arañas e incluso tigres. Detrás de todo esto, por supuesto que está un comercio de animales que es una de las industrias más boyantes del Planeta y cuya existencia permite que tengan lugar estas atrocidades. Así que el problema creo que viene dado por intereses comerciales por un lado, por la negligencia de la Administración por otro, y en tercer lugar por un hecho siempre presente, miremos hacia quien miremos: el inmenso egoísmo del hombre. Si éste desapareciese, los ciudadanos tendrían sólo animales cuya vida entre humanos es posible y los atenderían de modo satisfactorio, mientras que las leyes no actuarían con tanta laxitud frente a este mercado de seres vivos y los empresarios, dejarían de anteponer la obtención de beneficios a cualquier consideración acerca del bienestar de estas criaturas. Todo un imposible de momento, lo sé.
¿Puede ser un problema la politización de la tauromaquia para su erradicación?
Los que están trabajando por abolir la tauromaquia no lo hacen por cuestiones políticas, así que la politización de este asunto es una estrategia de la que echan mano los taurinos para desvirtuar el debate. Ya pasó en su momento con movimientos como el antiesclavista o el sufragista, que tuvieron que soportar ataques de índole muy diferente a la del estricto respeto a los derechos humanos o a la igualdad, se trasladó al terreno de las confrontaciones políticas, y también se trató de intoxicar a la sociedad vaticinando terribles peligros si se llevaban a cabo esas reformas. Algo muy parecido a lo que ocurre ahora cuando dicen que todo viene por inquietudes independentistas, o nos auguran pérdida de empleos, desapariciones de especies y degradación de entornos naturales. Otra cuestión es que los partidos, normalmente rentabilicen cualquier acción para que les proporcione réditos políticos, pero lo cierto es que para que se produzcan cambios en la legislación tenemos que pasar por los trámites establecidos y eso supone la participación de los grupos políticos, nos gusten o no, y nuestro deber es ejercer la presión suficiente como para que no continúen ignorando este asunto. Esa es la única politización que cabe en la erradicación de la tauromaquia, su refrendo en las cámaras de gobierno, pero no debemos de caer en la trampa tan mezquina y burda de entrar en el juego de los taurinos, que buscan como enfangar lo que es simplemente una materia ligada con el obligado respeto al resto de los seres, para crear enfrentamientos entremezclando temas que nada tienen que ver con todo esto, pero que saben que avivan suspicacias y pueden provocar rechazo en los ciudadanos.
¿Habría tenido la misma repercusión y respuesta si la ILP se hubiera propuesto por ejemplo en Asturias?
Cuanto mayor peso económico y social tenga una Comunidad, mayor es también la repercusión que conlleva una ILP, al igual que depende en gran medida de la cantidad de festejos taurinos que se celebren en ella. Así, Barcelona o Madrid son lugares emblemáticos por su importancia, o Andalucía por la cantidad de festejos. Zonas como Galicia o Asturias, en las que la afición es mucho menor, no levantarían tantas ampollas entre los taurinos aunque por supuesto, tratarían por todos los medios de evitarlo también. Tenemos el ejemplo de las Islas Canarias, donde la tauromaquia lleva más de una década prohibida y sin embargo, no se convirtió en un asunto de primer orden como está ocurriendo con Cataluña. Y en cuanto a la respuesta de los que quieren que se sigan celebrando las corridas, no pudiendo echar mano de cuestiones nacionalistas ya que hubiera resultado por completo absurdo si hablamos por ejemplo de Asturias, habrían tirado por otros caminos para denostar el movimiento abolicionista, como involucrar a los ganaderos o haciendo más hincapié en que esto, sería el detonante para después prohibir la caza, las granjas o el comer jamón serrano.
Continua...