Dedicado a cada una de esas personas que se han cruzado, se cruzan y se cruzaran en mi camino enseñandome que cada dia es una nueva vida, un nuevo sueño, un nuevo aprendizaje, una nueva lección...
¿Por qué pasamos por encima del prójimo en "provecho" personal, si en realidad estamos desechando la lección? Todos vamos al mismo sitio, aunque a diferente velocidad. Nadie es más grande que los demás.
Hoy en día se descuidan el equilibrio y la armonía; sin embargo, son las bases de la sabiduría. Todo se hace en exceso. La gente se excede en el peso porque come demasiado. Los deportistas descuidan aspectos de sí mismos y de los demás por correr en exceso. La gente parece excesivamente mezquina. Se bebe demasiado, se fuma demasiado, se está demasiado de juerga (o demasiado poco), se conversa demasiado sin satisfacción, se tienen demasiadas preocupaciones. Hay demasiadas ideas en blanco o negro. Todo o nada. La naturaleza no es así.
En la naturaleza hay equilibrio. Los animales destruyen en pequeñas cantidades. Los sistemas ecológicos nunca son eliminados en masa. Las plantas consumidas vuelven a crecer. Las fuentes de sustento proveen y vuelven a reponerse. Se disfruta de la flor, se come la fruta, se preserva la raíz.
La humanidad no ha aprendido el equilibrio; muncho menos lo ha practicado. Se guía por la codicia y la ambición; se conduce por el miedo. De este modo acabará por aniquilarse. Pero la naturaleza sobrevivirá, al menos las plantas.
En verdad, la felicidad arraiga en la sencillez. La tendencia al exceso en el pensamiento y en la acción disminuye la felicidad. El exceso nubla los valores básicos. Los religiosos nos dicen que la felicidad se logra llenando el corazón de amor, fe y esperanza, practicando la caridad y brindando bondad. En verdad tienen razón. Dadas estas actitudes, habitualmente vienen el equilibrio y la armonía. Son, colectivamente, un estado del ser. En estos tiempos son un estado alterado de conciencia. Es como si la humanidad no permaneciera en su estado natural mientras vive en la Tierra. Tiene que llegar a un estado alterado a fin de llenarse de amor, caridad y sencillez, para sentir pureza, para deshacerse de sus temores crónicos.
Fragmento del libro"Muchas vidas, muchos maestros" de Brian Weiss