Yo opino como Davichín y tb con todo el cariño
Siempre que perdemos los estribos el contrincante nos ha derrotado, le hemos dado justo lo que pretendía: sacarnos de quicio, pero encima le hemos dado nuevas armas, como son, la posibilidad de hacerse la víctima, ante nuestro "ataque desmesurado" (eso dirá él) y la confirmación a sus ojos y de los demás presentes, de que los vegetarianos estamos p'allá y somos muy fanáticos y agresivos.
¡No les demos ese gusto nunca!