Comunicado oficial de Huellas Cantabria.
Los activistas antitaurinos, unos 50, fueron brutalmente agredidos por aficionados taurinos de Ampuero quienes destrozaron los cristales del autocar de los manifestantes, y lanzaron piedras y todo tipo de objetos sobre los manifestantes. Unas 10 personas tuvieron que ser trasladadas al hospital para ser atendidas.
Hoy, domingo 30 de agosto, la organización de defensa de los animales Huellas Cantabria, había convocado a una manifestación antitaurina pacífica en la localidad de Ampuero (Cantabria). Al llegar a la Plaza Mayor de Ampuero, los 50 manifestantes fueron recibidos por grupos de aficionados taurinos, quienes que se comunicaban entre sí usando walkie-talkies.
Los agresores, supuestamente pertenecientes a la Peña taurina El Burladero, empezaron a insultar a los manifestantes y a continuación decidieron ir a más, comenzando a lanzar piedras y huevos, y emprendiéndola a golpes contra los antitaurinos, arrancándoles y destrozándoles las pancartas y carteles con sus reivindicaciones. Unas 60 personas se abalanzaron contra los manifestantes, propinándoles patadas y golpes, resultando heridos unos 10 manifestantes ante la pasividad de las fuerzas de seguridad. También se lanzaron sobre los activistas petardos y bombas caseras.
Los defensores de los animales llamaron repetidamente al 112 pidiendo una ambulancia que nunca llegó al lugar en el que se estaba produciendo este linchamiento público; una señora que sufrió un desvanecimiento, y a quien se le había acercado una silla para que se repusiera, también fue agredida por los aficionados encolerizados quienes le quitaron la silla.
Los activistas se montaron como pudieron en el autocar para salir de Ampuero, y fue entonces cuando los aficionados empezaron a lanzar piedras sobre el autocar que terminó con las lunas destrozadas.
Como resultado de toda esta violencia gratuita, fruto de la intolerancia de quienes quieren defender a costa de lo que sea una tradición bárbara y anacrónica, 10 activistas tuvieron que ser trasladados al hospital con contusiones, golpes y heridas.
Siempre, desde las distintas organizaciones que trabajamos en la defensa de los animales, repetimos una y otra vez que la violencia sólo puede engendrar más violencia. Las corridas de toros son un espectáculo violento, en el que un animal (un mamífero herbívoro) es brutalmente torturado hasta la muerte. Y al parecer en Ampuero se han aprendido muy bien la lección, respondiendo con violencia, con irracionalidad y con intolerancia a una manifestación pacífica que contaba con sus permisos en regla. Las fuerzas de seguridad deberían haber cumplido con su misión de proteger a los manifestantes, toda vez que desde hace días en distintos foros taurinos se podía ver cómo se estaban organizando los aficionados taurinos para recibir de esta forma a la manifestación.
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