Me centraré sobre todo en las arañas venenosas, de las cuales en la Península Ibérica hay varias, aunque sólo tres especies son importantes por los cuadros clínicos que su picadura puede ocasionar; estas son: la viuda negra mediterránea o malmignatta (Latrodectus tredecimguttatus), la araña parda (Loxoceles rufescens) y las tarántulas europeas (Lycossa tarantulia y Lycossa radiata). El resto de las arañas capaces de atravesar nuestra piel producen una clínica similar a la de las picaduras de mosquito, con prurito y picor intenso, escozor e hinchazón de la zona de la picadura; rara vez aparecen manifestaciones más considerables.
1. Viuda negra mediterránea (Latrodectus tredecimguttatus).
Prima hermana de la viuda negra americana (Latrodectus mactans), esta es quizá la única especie de araña existente en nuestro país cuya picadura puede revestir peligro. Se trata de una pequeña araña perteneciente al grupo de las Therididae; las hembras miden entre 12-16 cm, mientras que los machos son mucho menores y de patas muy largas. Su cuerpo es de color negro, salpicado por unas manchas rojizas en todo su abdomen. Recibe su nombre del hecho de que tras el apareamiento, es posible que en algunas ocasiones –sobre todo en condiciones de carestía nutricional- la hembra devore al macho, lo que le permite cubrir el gasto energético que le supone el desove. En nuestro ambiente se encuentra sobre todo en zonas rurales, entre la maleza, entre los escombros, montones de deshechos, etc...
Es probable que casi todos nos hayamos topado alguna vez con una de ellas, sobre todo los que disfrutamos de muchos paseos por el campo; sin embargo, es difícil ser picado por ella, ya que tiende a ser retraída y poco agresiva, y más bien huidiza. Las picaduras suelen producirse por contacto con la piel desnuda (brazos, pies descalzos, etc...).
El veneno causa toxicidad sobre el sistema nervioso, a partir de más de 15 proteínas entre las que se encuentran las denominadas “latrotoxinas”. El cuadro clínico consta de:
-Síntomas locales: Inicialmente, un dolor agudo, localizado en la zona donde se ha producido la picadura, acompañado de molestias regionales; en muchos pacientes suele pasar desapercibido. A continuación suele presentarse un dolor de menor intensidad, acompañado de adormecimiento de la extremidad. Posteriormente pueden aparecer, ya junto con los síntomas generales, un aumento del dolor, y contracciones musculares espontáneas (se ven una media hora después de la picadura). La zona se muestra con placas de eritema (enrojecimiento)
-Síntomas generales: hay sudoración, salivación intensa, fiebre, inquietud, nauseas y vómitos, debilidad, dolor de cabeza... Pero lo más importante es una intensa contractura de la musculatura abdominal y dorsal.
Habitualmente el cuadro cede espontáneamente al cabo unos días (como máximo 7), y no suele ser mortal, salvo en ancianos, niños, debilitados. Sí que se producen muertes con mayor frecuencia en el caso de la viuda negra americana (México y EEUU).
El tratamiento busca eliminar los síntomas mediante analgésicos y prevenir la infección con el lavado de la picadura, desinfección, toma de antibióticos y vacuna antitetánica. Si las contracturas del abdomen son muy intensas se pueden tratar con valium o gluconato cálcico.