Ahí está la diferencia: de su madre y tuyos. En ese texto que citaste habla de que el bebé debería ser cargado por la
madre todo el tiempo, incluso mientras duerme. No mencionaba al padre.
Con lo de madres lecheras no pretendía en absoluto ofender, fue una forma de llamar a las madres que supuestamente donarían leche a esos supuestos bancos. Pensaba yo, que si además de amamantar a tu hijo, te sacas leche, la envasas, conservas hasta que vengan a buscarla del banco de leche, pues, aparte de eso, pocas cosas podrías hacer más. No lo dije como insulto, si no para describir que yo pensaba u opinaba que esa sería casi su única actividad.
Si toda la movida posterior vino por eso, pido disculpas, repito que no fue mi intención insultar.
Efectivamente, mi manera de pensar me la aplico a mí, no trato de hacer proselitismo. Eran mis circunstancias, mi realidad, mi vida y mi experiencia.
Sigo diciendo que el vínculo materno infantil en humanos es mucho más complejo que un instinto o un olor o una hormona. Puede que en los animales sea así, en los humanos, además de eso, que no niego, influyen muchos más factores.
Cuando nos dicen que los primates en estado salvaje, comen insectos y crustáceos y que el hombre debe comer carne porque así lo haría en la naturaleza, decimos que el hombre es un ser mucho más complejo y en su vida intervienen muchos factores y no sólo los instintivos, en cambio si hablamos de criar a un hijo, hay quien defiende la crianza como la de nuestros primos chimpancés, gorilas y orangutanes, porque eso es lo "natural".
Lo natural es ir caminando y no cocinar o hacerlo en fogatas, pero todos vamos en coche, metro, autobús o bicicleta y tenemos cocinas
Guaraníblanco, efectivamente estudié psicología y tb me enseñaron la importancia que tiene que un niño aprenda que desde que nace ya no es parte de su madre si no un ser independiente; la frecuencia de la depresión post parto en madres agobiadas porque sienten que no pueden hacer nada aparte de cuidar al bebé las 24 horas del día y además se sienten culpables por agobiarse y creen que por eso son malas madres; la conveniencia de que un niño aprenda cuanto antes normas y horarios, etc, etc.
Es como todo, hay diferentes corrientes y las hay, porque nada ha sido comprobado de forma definitiva y tajante. Por eso, lo mejor, como bien dice Violeta en uno de sus mensajes, es que cada madre haga lo que sienta y le parezca oportuno, siempre, claro está, que el bebé esté bien cuidado. Lo que funciona para unos no funciona para otros, es más, lo que funciona con el primer hijo a veces no funciona con el segundo. Por ejemplo: cuando mi hijo empezó a tomar yogur, se lo daba natural y sin azúcar. Luego creció y a veces en otras casas se lo querían dar de sabores o natural azucarado y le producía verdaderas náuseas. Nació su hermana y la primer cucharada de yogur sin azúcar que entró a su boca, salió despedida bien lejos. Nunca conseguí acostumbrarla a eso ni a la papilla de frutas. Yo creo que por algún rincón tras un zócalo o el marco de una puerta, los arqueólogos del futuro, encontrarán restos de yogur y frutas que escupía mi hija
Yo sólo necesité uno: me resultaba altamente desagradable lactar.Luego, cada madre tendrá uno o mil motivos y son muy respetables, porque nadie debe juzgar los motivos de una mujer para decidir libremente si amamanta o no, ni siquiera el padre de la criatura.
Y bueno, sin acritud (como decía el otro), yo no pretendo convenceros, faltaría más, es que ni siquiera es mi deseo intentarlo ni mucho menos conseguirlo. Al contrario ¡viva la lactancia materna para quien la elija y vivan los biberones para quien los elija! Y todos contentos.
Preferiría no seguir con el tema personalizado en mí y mis ideas si fuera posible.