Hace tiempo que no pasaba por aquí. Es que tengo un montón de trabajo.
Bien. Además de ésto, os quería comentar una cosa. No me parece importante, pero os la quería comentar. El caso es que he ido a una boda de un familiar. La verdad es que no le advertí que había decidido dejar de comer carne. Digamos que no me pareció oportuno.
Bueno... los canapés de la entrada... pues sólo comí los que eran descaradamente vegetarianos. Todos riquísimos, por cierto. Francamente buenos. También había de jamón, de chistorra, etc. Pasé de ellos.
Pero, una vez sentados en la mesa... ensalada de mango con jamón ibérico. Pues qué os voy a decir: que me la comí entera, con jamón y todo. Y también me comí el pedazo de solomillo que pusieron después. Me daba pena que me invitaran y despreciar la comida.
Eso sí: estas cosas sirven para tener las ideas claras. Y las ideas claras significa que sigo comiendo lo mismo que vengo comiendo desde hace meses y sigo sin echar de menos en absoluto la carne. Al camarero le pedí que me pusiera el plato que tuviera el pedazo más pequeño, cosa que hizo. Me comí todo lo que me pusieron en mi plato y no tuve ningún problema en no comer todo lo que me ofrecieron en bandeja.
No os voy a decir que me sentara mal el comer carne después de tantos meses (os confieso que me llegó dar miedo probarla). Pero... ¿sabéis lo que me daba más miedo de verdad? El pensar que iba a tener "remordimientos" después de haberla comido.
No he tenido ninguno y eso quiere decir una cosa muy simple: que "paso" de la carne y que tengo absoluto control con ella. No sé si entendéis lo que os quiero decir. Creo que a mucha gente que ha dejado de comerla le hace falta volver a comerla para convencerse de que lo le hace falta comerla. Y eso es lo que me ha pasado. Ahora sé que seguiré siendo vegetariano durante toda mi vida y que no me costará serlo.
Y si dentro de un año o de dos me invitan a otra boda y me ponen otro solomillo, me lo comeré sin darle ninguna importancia, porque no la tiene. Lo bueno es que me he dado cuenta que nunca saldrá de mí comprar carne o pedirla en un restaurante, sencillamente porque no me apetece hacerlo.
No sé qué opinais vosotros. Por eso os dejo el mensaje. Desde que me convencí de las virtudes de la dieta vegetariana, no había tenido dudas sobre ello, pero ahora estoy aún más convencido.