A veces hay que ocultarlo, porque hay gente asquerosa... sobre todo en mi familia.
Mi tía me dijo que iba a comer carne (bueno ¿y a mí que me importa?) y para hacer la gracia viene y me pone la loncha de lomo a 2 cm de la cara, le doy con el brazo para que lo retire, se cae al suelo y encima la que se enfada es ella. Se pone echa un basilisco, gritando y todo, diciendo que esas cosas me las van a hacer en la calle, que las tengo que aguantar, que en la casa de sus padres manda ella (¿y ésto?), que ella puede hacer incluso que me lo coma, y encima me dice que no la conteste, con posición amenazadora. Yo fui el único que encima guardó las formas. Lo hizo justo después de que se fuesen mis padres, para que me fuera de casa.
Y lo jodido es que el malo de la película tengo que ser yo siempre. Mi madre no lo dio importancia y eso que dice que me comprende... Me tenía que desahogar.