La práctica constata que pulsar el botón de la lavadora, enchufar la plancha y arrodillarse para limpiar la taza del inodoro siguen siendo cosa de mujeres. A excepción de las pequeñas reparaciones de la casa (una tarea tradicionalmente masculina y más bien esporádica), el resto no entiende aún de igualdad de género. Las mujeres que viven en pareja siguen manteniendo una doble jornada: aquellas que trabajan fuera de casa se ocupan de las tareas domésticas, de media, entre tres y cuatro veces más que los hombres que también trabajan (una relación 56% a 16%). Sucede que la mayoría de las mujeres también se sinceran: cuando vuelven del trabajo, siguen trabajando.
http://metroscopia.org/2016-los-homb...as-domesticas/