La vida en si misma, no, la aparición de la consciencia a partir de la evolución de la misma, sí. Un error que nadie ha cometido y que ha costado y costará billones de víctimas inocentes.
Pero claro, ya se ha ocupado también la evolución de dotarnos de mecanismos que nos dificulten cuestionarla, por ejemplo el del sesgo optimista.
Es lo que tiene dejar estas cosas al azar, al universo, a la naturaleza, o a los dioses. En lo último que piensan es en los pobres mortales (ni siquiere piensan así que imagínate).