Me acordé de un jugo concentrado de arándanos. Había varios tipos, no me di cuenta y compré el que tenía azúcar. Intomable, por mucho que lo diluyera seguía siendo como beber mermelada líquida. Hasta limón le puse y ni así. Un vaso se fue por las cañerías, el resto lo regalé... no sé qué habrá sido de él.