Día de antes de salir de vacaciones de verano, hace dos años. Se nos revienta la rueda del coche.
El año pasado. Se nos rompe la cerradura de la puerta.
Mañana nos vamos a Cantabria y hoy mi querido marido ha tenido la mala pata (literal) de romperse un dedo del pie.
Destino, ¿qué quieres de mi?