Hoy iba con mi pareja y mis chuchis en el coche y cuando pasamos al lado de la rambla veo a un mini perro caminando solo delante de un grupo de niños que recién salían del colegio. Lo ví bastante hecho polvo y caminaba cansado, así que bajé la ventanilla y les grité si era de ellos. Me contestaron que no, así que les dije si por favor podían cogerlo que yo daba la vuelta con el coche y me hacía cargo. Me dijeron que no lo cogían porque mordía.
Yo: que no muerde, !cójanlo! !cójanlo!
Ellos: !no que muerde! !no que muerde!
Se pusieron a discutir entre ellos a ver quien lo cogía. Total que tuve que bajarme yo del coche e ir a por él. Me agaché, le dí a oler mi mano y lo cojí en brazos. Estaba lleno de rastas por la parte de atrás y tenía la glándula de un ojo por fuera. Una mujer venía caminando en nuestro sentido y se paró a hablar conmigo, dijo que también estaba viendo que el perro estaba abandonado, lo acariciaba y me dijo: ¡jo, yo me lo quedaba!.
Si yo hubiera rescatado a un yorkie por ejemplo me hubiera quedado mosqueada con el comentario, porque mucha gente sólo quiere a un perro por la raza. Pero lo que yo tenía entre mis brazos era más bien feucho (lo digo en sentido cariñoso), con los dientes torcidísimos y despeinao, un mil leches en toda regla. Por lo que el comentario hizo que me emocionara.
Ella tenía prisa así que me dio su teléfono y quedamos que a la tarde yo lo llevaba al vete por si tenía chip y que lo revisara y la llamara para quedárselo.
Al salir de la clínica la llamo y quedamos. La veo venir con su hija, su otra perrita (también adoptada) y dos bolsas enormes con cositas que le acababan de comprar al peque (camita, platito, arnés...).
La niña está contentísima y la mujer lo abraza y besa con una dulzura indescriptible. Yo no lloro delante de ellas por vergüenza, pero ganas no me faltan.
A partir de hoy dormirá siempre calentito.
Hoy se cruzó un ángel en mi vida, y yo tengo un poquito más de fé en la humanidad.
Besos.