Es un poema que escribí hace un montón de años (ahora lo escribiría de una forma más dura). No es muy bueno, pero me apetece compartirlo con vosotros:
Tarde de toros
Ojos tristes de inocente
que paga la culpa ajena.
Fuerza negra, toro bravo,
cumpliendo con su condena.
Se despertará mañana
con clarines y trompetas.
Sabrá quién le ha condenado
por ser toro y no ser yegua,
al corredor de la muerte,
a la pena de las penas:
"Dioses" con trajes de luces,
bordados y lentejuelas,
payasos con arma blanca
y una capa en bandolera,
buscarán, dándole muerte,
el polvo de las estrellas.
Los romanos del tendido
le prepararán la esquela
confundiendo muerte y arte
porque no han ido a la escuela,
y aplaudirán cuando llore
su vida sobre la arena.
Tarde de sangre en el ruedo.
Tarde de sórdida fiesta.
Carlota
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