Últimamente hemos tenido ocasión de contemplar la desesperación de ganaderos y pescadores por la subida del precio de los combustibles, lo que se traduce en una importante merma de sus ganancias. Mediante sus espectaculares manifestaciones, ambos colectivos pretenden llamar la atención sobre el deterioro de sus condiciones de vida y así suscitar la solidaridad de la población española en general.
Pues bien, aún sabiendo que el tema no es como para trivializar, yo no estoy dispuesto a apoyar a unos sectores que tratan a unos seres sensibles como "producto", "género", mero "alimento" por lo que me reservo mi cuota de empatía para los animales que masacran. A estos ganaderos y pescadores no les deseo ningún mal;tan sólo que sepan y puedan reciclarse en otras actividades que no generen sufrimiento y muerte. Ojalá los precios de esos cadáveres aumenten hasta límites estratosféricos, hasta que su consumo sea del todo inviable
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Que se fastidien los ganaderos y los pescadores!
