Bueno, yo estoy igual. El lunes me estaba muriendo por las esquinas y el martes estaba feliz de la vida porque entrevistaba a Pou. Bueno, y también porque tengo una especie de amigo salvavidas al que recurro en los momentos de zozobra y que me rescata de los naufragios de una manera bien contundente. Ahora mismo, no sé qué sería de mi mente sin él.