Yo opino que hay una cierta tendencia a entender las alteraciones psiquiátricas en un sentido completamente distinto al que, considero yo, sería prudente proceder. Salvo que sean demasiado graves (trastornos psicóticos, trastornos bipolares con síntomas psicóticos o en fase maníaca, trastornos cognoscitivos, autismo, retardo mental, trastorno de conducta) y entonces la solución es encerrarte para no tener que volver a tratar contigo, la gente viene a decir algo así como que las "pastillas" son una solución "fácil" o de "cobardes" y que lo que hay que hacer es enfrentar el problema por uno mismo. Eso o directamente te insultan diciendo que quieres llamar la atención, o que eres un inmaduro, etc.
Lo que quiero decir es que creo que hay una diferencia (para mí evidente) entre la forma en que se conciben los problemas psiquiátricos y el resto de los problemas somáticos. Sin entrar en el tema de la discriminación que también sufren otras poblaciones con enfermedades (como los enfermos con ITS o con enfermedades infecciosas varias), lo que creo es que nadie en su sano juicio le diría a alguien con soplo cardíaco, o con arteriosclerosis, o con un tumor, que no debe ir al médico sino enfrentar el problema por sí mismo sin acudir a soluciones mágicas. Esto es, los problemas psiquiátricos son problemas médicos y como tales el tratamiento se debe entender en un sentido tal vez no idéntico pero sí parecido al que tienen las personas con otros problemas médicos.
¿Qué quiero decir con esto? Que no pasa absolutamente nada porque tomes pastillas. Yo las tomo, sé que no es de por vida. Entiendo también que aunque a mí no me suceda a la gente con este tipo de problemas les sucede que les molesta tener que depender de una pastilla para sentirse bien. Supongo que puede parecer un poco difícil imaginar que detrás de una manifestación cognitiva, anímica o conductual lo que haya sea un problema neuroquímico o estructural. Pero tal vez esto ayude a comprender un poco mejor por qué los fármacos son importantes.
De todos modos la solución sería acudir al psiquiatra cuando se presenten los síntomas, si es que lo hacen, para efectuar un diagnóstico. Esto significa que no es necesariamente cierto que padeces un trastorno afectivo estacional.