Todos los graciositos me han tocado a mí hoy.
¿Cómo está Bonnie, Liebre? ¿Se le pasó el dolorcillo?
Todos los graciositos me han tocado a mí hoy.
Y a mí los insolidarios. Y todos juntos en el autobús.
Me subo después de 40 minutos esperando, a pleno sol y asfaltando la calle, yo muerta, con mi tripa de 27 semanas y media y no se levanta nadie. Me apoyo en la puerta, mareada, y el conductor dice "¡pero no puede usted ir así!!!"
-Lo siento, me tengo que apoyar, es que no hay asiento y no se levanta nadie.
(Normalmente lo pido, pero estaba demasiado mareada para discutir).
El conductor para, se levanta y pide que alguien me deje el asiento.
No se levanta nadie.
El conductor se cabrea y dice que no arranca hasta que alguien que vaya en los asientos reservados y no sea minusválido, anciano o embarazada se levante.
Todos protestan, al final se levanta una "señora", eso sí, sin dejar de protestar.
El conductor y yo lo hemos flipado. Aún no salgo de mi asombro.
Yo es que soy de las que deja el sitio y no se me ocurre que haya gente tan ruin.
Puede ser peor: el otro día un chico se levantó para dejarme el sitio en el metro, y un sesentón se sentó con toda su cara y se enfrascó en el periódico. Se tuvo que levantar otro chico, porque él se hizo el que no oía (mis quejas y las del chico que se había levantado).
Señoras y señores, bienvenidos a esa cosa que ha sustituido la sociedad. Que no es la jungla, ojalá lo fuera. Anda que no hay normas y pactos en la jungla, que decía El Roto.
No me des opiniones: dame datos.
La gente es de un egoista que flipas
Theee attaaaack of the killer tomaaatoeeees!!
~~*}Cata Vegana-Blog donde los productos veganos se ponen a prueba {*~~
(actualizado 04-06-2012)
¿Dónde está el sentido del respeto? Ya no se trata de una falta de urbanidad, es una falta de respeto hacia ti, Chia.
Cuántas veces he tenido que ceder mi sitio en el tren o autobús a una persona más mayor que yo, y los demás, jóvenes, mirando las musarañas.
Yo me lo creo todo, Chaia. Estando yo embarazada, no se levantaba nadie aunque a mí no me importaba. Pero una vez, la única vez que alguien se levantó, fue un manco. Le dije que no, que muchas gracias, que me encontraba bien pero insistió hasta que me senté. Estaba el bus lleno y nadie hizo para que el que realmente lo necesitara, fuera sentado. Es una sinverguenzura!
Cuando voy con mi hijo y vamos sentados, me ve que me levanto para ceder el asiento. De verme, hace él lo mismo y espero que conserve la costumbre.
Qué vergüenza y qué asco.
Pero esque luego es normal que este país vaya como va y la sociedad en general. Impera el ombliguismo. Cada cual arrampla para lo suyo y a los demás que les den. Y eso luego se reproduce en todo, en cómo se comporta la gente en los transportes, en la calle, en el trabajo, en los comercios, en el colegio, con desconocid@s, compañer@s, amig@s, familia y animales... Y la verdad no sé dónde venden cura de humildad o empatía en dosis elevada para que empiecen a sacar la nariz de su propio culo.
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(actualizado 04-06-2012)