Iniciado por
anima
Dos anécdotas del día. Absurdas donde las haya.
La primera. Desde ayer tenemos en casa a Sulli. Sulli es un perro maltratado desde que era cachorro, seguramente por niñ@s, consentido por su madre y padre, ya que les tiene un terror atroz.
Íbamos caminando Goly, Sully y yo por una acera de una avenida, estrecha donde las haya. Viniendo de cara una "familia" con dos hijas, "bien vestidas", con su vestido blanco inmaculado y sus apariencias bien elaboradas, Sulli se ha aterrorizado y se ha quedado quieto. Sin embargo, se ha portado genial, ya que nada más pasar ést@s, les ha olido.
Nada más oler a la mujer, la tipa, apelando a que el perro olfateara la bolsa que llevaba en la mano, ha soltado un "qué asco de perr@s." A lo que, obviamente, le he soltado: "Tú si que das asco". (lo pienso, obviamente. Le habría dicho un par de cosas más si se hubiera terciado.)
Otra anécdota.
Llegando casi a una zona donde se suele reunir gente con perr@s, Jazz, quien ahora se está socializando, ha decidido empezar a jugar con un yorkshire.
Han corrido, se han tirado al suelo, etc. Se ve que hasta ahí, el idiota del "dueño" no ha visto nada raro. Lo raro lo ha visto cuando Jazz, con el consentimiento del otro perro, ha decidido montarlo. Era macho también, claro. Y el otro perro también le montaba a él.
¿Adivináis qué ha pasado?
Obviamente, el tipo ha venido a separarlos, únicamente alegando "sois dos machos, hombre..."
A lo que yo he contestado:
"la vida misma. Si a ellos les gusta, a mí me da igual."
El tipo ha cogido al yorkshire y ha evitado de cualquier manera que Jazz y él volvieran a pasárselo bien.
Sacad vuestras propias conclusiones...