Rosana, ahora que puedo responder.
Al rato inserté un enlace en castellano en ese mismo mensaje.
Tengo la sensación de que partimos de percepciones de la realidad muy distintas.
Insisto, no creo haber generalizado, no había hablado todavía de las personas, personas que de hecho en un momento decidieron desaparecer voluntariamente detrás de un uniforme. Hablo de la función social de las fuerzas del orden, de los cuerpos policiales, de la Policía si queréis, de su fama, de dónde proviene y del daño que causan con el uso de su poder.
En este sentido fundamentalmente comparto la opinión del último post de liebreblanca. Creo que la policía es una herramienta de control de la población por parte de quienes tienen el poder. La mayor parte aquí pensamos que comer animales no está bien, sabemos que ley no es justicia. A los animales que logran escapar de las granjas habitualmente los acaba abatiendo la policía.
Si hablamos de nuestros padres o de nuestros primos o de nuestras novias no llegaremos a nada. Yo sé de un mosso que es voluntario de un santuario de animales, quienes le conocen aseguran de él que una magnífica persona, y no voy a ponerlo en duda. El problema de la buena fe es que por sí sola raramente detiene las injusticias que caen sobre otros. No insistiré en lo que ya han dicho Spinoza o Vitriol. Ni que sea por la complicidad, por lo miserable de poder mirar hacia el otro lado y continuar.
Esas personas pueden tener que acudir a cualquier manifestación ataviados con cascos, chalecos antibalas, grandes escudos y armas mortíferas. No és un cuento, no. Me preguntas por qué las manifestaciones pueden volverse agresivas? Que las manifestaciones son agresivas no es en absoluto cierto, ya que parece que intentamos hilar fino, a algunas la gente se lleva a sus hijos. Darle más valor a la violencia que pueda ejercer la población me parece realmente inexplicable. Están por todas partes, salen de sus furgonetas como si fueran a la puñetera guerra. Etc ...
Hace unos días al bajar del tren dos policías grandes ojeando el horizonte con una enorme arma cada uno. A mí eso me pega susto y me produce un gran rechazo, miedo por lo que pueda pasarnos a cualquiera. Muchísimo más miedo que ver arder contenedores. No voy a pensar en quienes eran esos policías, ni si eran mossos o guardias civiles o municipales. Esa impunidad hay que querer tenerla. Esas personas tienen que elegir a cada rato, bajo la orden de alguien que está en el quinto pino dentro de un despacho, si joder a sus vecinos o si quitarse el uniforme.
Rara vocación humanitaria la suya, no me fastidiéis, se me ocurren un millón de formas mejores de ayudar a la gente. Por otra parte, quién no comete errores en la vida, no dudo que algunos se habrán equivocado haciéndose policías. Pues nunca es tarde para arrepentirse.