Siempre empiezo el día con fruta. A lo primero con fruta del tiempo (melocotones, albaricoques, ciruelas, etc.). Más tarde almuerzo muchas veces medio kilo de plátanos (o más) para tener una buena reserva calórica antes de iniciar la verdadera actividad física. Al llegar a casa hacia las tres de la tarde, acalorado y exhausto, suele caer una gran cantidad de melón o sandía, a veces un melón entero de tres kilos, de una sentada. La ensalada generalmente cae a media tarde.
La verdad es que así estoy estupendamente y estos días aguanto sin problemas el esfuerzo físico bajo el gran calor que está haciendo.
En invierno será muy distinto, pero como dice Queennie no saldremos de nuestra línea .