En cuanto a lo crudo, seguramente no lo son. Pero intento evitarlas en general. No sé decírtelo exactamente pero la idea es que durante aquel proceso del metal salen algunas sustancias tóxicas que después se encuentran en aquel alimento (dentro de los límites permitidos, claro). Considerando este punto de vista, es mejor comprar aquel alimento en un vaso. Tampoco es crudo pero por lo menos está en el cristal.
Hace años durante cierto tiempo me gustaban las setas crudas (mi mamá estaba toda asustada siempre cuando me veía comerlas, jeje) pero después llegó un momento desde que no entran en mi más. Salvo alguna seta pequeña muy raramente durante una excursión en el bosque.
Yo las comía en su estado natural, sólo cortadas. Solas o en las ensaladas. Algunos crudiveganos suelen marinarlas. Las dejan por unas horas en el zumo de limón, las especias y un poco de aceite virgen.