Esta experiencia hay que vivirla. Es tan impresionante que seguramente te vas a acordar de ella hasta el final de tus días.
Por ejemplo, esa amiga crudivegana que ordenó el durian, vivía en el cuarto piso y su vecina de la planta baja llegó preguntando si no se le escapaba el gas de su apartamento, ja. Y hasta su hueso tiene el olor muy fuerte. Por esta razón nos enviaron el durian en todos esos embalajes de seguridad que viste en las fotos. En los hoteles de Tailandia hasta ponen que no se puede entrar con él.
Espero haberte motivado, jaja. Para mí personalmente no fue asqueroso pero tampoco me creó el vicio como a algunos foreros. Me fue suficiente con probarlo aquella vez y todavía una vez más al conseguirlo congelado en un negocio de los indios. Sin embargo, ya no fue lo mismo que aquel ordenado - bien madurito y de la mejor calidad.