Gracias, niñas, sí que es un alivio.
Pues Maggie, qué buen truco ése del gateo. A partir de ahora lo haré a conciencia. Esa postura ya la adopto instintivamente desde hace tiempo pero porque a mí me resulta bien cómoda para cuando por las noches me encuentro incómoda y no sé qué hacer con la panza. Noto que me libera tensiones en la espalda y si, además, ahora sé que puede favorecer el volteo, pues mejor que mejor. Lo de gatear no lo había hecho, pero le quedan dos telediarios a ese no.
Y, con respecto a lo de las ecos,
qué simpático, nunca lo había visto así. Según tenía entendido, se cree que, dado que las ecos funcionan por ultrasonidos y que éstos se transmiten magníficamente en ese medio acuoso, es ese ruido más o menos molesto el que los fetos aprecian y del que se defienden y comienzan a varear olivos que se vuelven locos.
Pero vamos, que todo puede ser; a ver quién les ha preguntado alguna vez a ellos.