Buenas,
Unos apuntillos sobre el tema. Aquí un servidor es consumidor generoso de cannabis i de tabaco por via fumada. El cannabis lo cultivo en casa, el tabaco es de una marca de tabaco de liar sin aditivos (i en teoria cultivada sin pesticidas ni abonos quimicos). Asumo sus riesgos pulmonares libremente, y con un poco de sensatez, controlando la ingesta de vitamina C y otros antioxidantes y manteniendo una actividad física normal se mantienen los pulmones en buen estado. El tema de las psicosis y otros problemas mentales está por probar, y hay que asumir que no todos los cerebros son iguales.
En mi caso personal, la marihuana me ayuda a mantener un tono anímico positivo, a focalizar la concentración en lo que estoy haciendo y a evaluar desde muchos puntos de vista cada situación. En su dia me ayudó a superar una depresión que me mantenia sin salir de casa.
Dando vueltas al tema de la dosis que apunta el artículo que abre el hilo, que significa dosificación precisa? que el medico conozca si hay 500 mg o hay 530? o aquella dosis que le reduce el problema al paciente?
La variabilidad de dosis en algo tan cotidiano como la aspirina es cercano al 30 por ciento.
En el caso de la marihuana, como de otras plantas fumables, el hecho de fumar és la forma mas precisa de dosificar. No sabremos si ingerimos 100 o 500 mg de principio activo, pero como los efectos por esta via son casi instantaneos podemos ir haciendo caladas espaciadas hasta lograr el efecto buscado. El uso de vaporizador reduce y hasta suprime los daños colaterales del humo de combustion.
Realmente cada persona es un mundo, el tener que empezar a usar marihuana requiere un trabajo de autoaprendizaje, puesto que al ser ilegal no tenemos ni idea de su potencia de antemano, especialmente si procede del mercado negro. En caso de autocultivo solo tenemos unas ligeras indicaciones del fabricante de la semilla. Por eso se requiere ir poco a poco, y para esto la via mas indicada es la pulmonar.
Por cierto, las hojas de cañamo o marihuana antes de la floracion son comestibles y nada psicoactivas. Tienen un sabor mentolado, rebosan clorofila y tienen mucha fibra. Ayudan a templar el estomago y son un complemento muy divertido para ensaladas de verano.