Moraleja: todos nos equivocamos y todos tenemos derecho a ser perdonados
El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo. Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido y permaneció impasible, sin perder la sonrisa en los labios. Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente. Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
-¿No estás enfadado, señor?
-No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
-¿Por qué?
Y el Buda dijo:
-Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.
El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable.
"El amor es lo único que crece cuando se reparte." A.Saint-Exupery
Moraleja: todos nos equivocamos y todos tenemos derecho a ser perdonados
¡Menuda lección!
Se ofende quien quiere. Qué sencillo es solucionar cualquier disputa y qué difícil si guardamos rencor. Cada instante es diferente cuando vamos con una sonrisa por delante.
Pues gracias maja.
Yo lo veo dentro del postulado de la Fisica Cuantica que dice: "el observador influye en el objeto observado. No existen los observadores aislados del universo mecánico, sino que todo participa en el universo"