Interesante relato, Gato!
Yo siento pena e impotencia. Y si hay que desgargar nuestra rabia, hagámoslo también sobre el ama de casa que vemos en el super con sus filetes bien envueltos, con el plus hipócrita que esto supone. En nuestra economía de mercado, siempre que haya demanda existirá la oferta, y siempre habrá quien esté dispuesto a realizar el trabajo sucio. Ambas partes están igual de implicadas en este horror.