Esto, sustituyendo la calabaza amarilla por calabacines al horno. Sale un ollón, así que repito hoy y tengo aún para la cena de mañana. Acompaño con pan casero de trigo y espelta con pipas, avena y nueces y la rouille que sugiere la autora (que también sale más de media taza y está rica rica) para mojar. Isa, marry me!