Me cuesta mucho alegrarme por cosas así. En mi opinión solo evidencia que nos hemos convertido en un nicho de mercado más, inofensivo para el sistema, absorbible por él muy cómodamente.
O sea que una empresa para millonarios ha creado cuero sintético para sus coches de ochenta mil pavos y se supone que eso es buenísimo para los animales. Cómo me cuesta verlo