Si en vez de hacer correr a los burros, corrieran el alcalde y sus concejales, seguro que nadie notaría el cambio. Además, se respetaría la -para algunos- sacrosanta tradición festeril. Pero dicen que los burros son los animales más insolidarios que existen, luego no esperemos que el alcalde de Vitoria haga nada para favorecer a sus congéneres......