Bueno, he leído algunos comentarios interesantes al respecto. La tauromaquia no cuenta con demasiado apoyo, especialmente apoyo de gente dispuesta a pagar por ir, a estas alturas. La prohibición podría reavivar el debate, y dar fuerzas a los partidarios de la tauromaquia. Sin embargo, cortar el grifo puede ser una manera muy elegante de acabar con ella sin armar barullo y sin crear polémica que pueda darle protagonismo y apoyos al sector. Esto casi convencido de que sin ninguna ayuda ni subvención (pero de verdad) la tauromaquia desaparecerá muy rápidamente, no es viable económicamente por si misma.
En cualquier caso, la noticia me genera descontento, y sigue sin incitarme a votar a Podemos. Solamente quería compartir la reflexión que leí por otros lares.