Tal vez un poco tarde

[Amok]

¡Hola Pepe! Yo sí que contesto “un poco tarde”

Tú tienes la ventaja de que no te apasiona la carne, supongo que eso puede facilitar las cosas.
A mí me encantaba. La comía todos los días, poco hecha o cruda… (el pescado en cambio no, siempre me pareció que olía muy mal x_x) Y me bastaba la máxima estúpida de “los animales comen animales”, hasta que algo (no sé muy bien qué) cambió en mi cabeza y me empecé a concienciar. Aunque supongo que en el fondo ya estaba concienciada (aunque suene raro). Cada vez que pasaba por la vitrina de la carnicería… Me iba dando más y más pena, y me sentía cada vez peor.

Me bastó con meterme en la cabeza que eso-no-se-come, al ver la carne (o el pecado, para mí es básicamente lo mismo) pienso que… no me pertenece, y que no lo necesito. Un día tomé la decisión, y todo el mundo se quedó flipado.

No he vuelto a probar la chicha, pero la verdad, si hubiese vuelto a comer carne lo habría visto como algo puntual y habría seguido adelante. Bajo mi punto de vista, no es tanto “no recaer” como el ir acostumbrándose hasta hacer del comer animales algo impensable y a lo que se está completamente habituado. Piensa que por cada día (u ocasión) en la que no comes carne, te estás posicionando más en contra de la barbarie… yo lo veo así, al menos.

Ánimo, ya verás como merece mucho la pena

[pepemadrid]

Y que lo digas pepemadrid! Lo cierto es que aquí en Valencia es difícil encontrar buen pan, pero algunos hornos están muy bien. Y en cuanto vuelvo a Albacete compro una hogaza, sobretodo de pan de rosca

Gracias por tu mensaje y perdona por el retraso en contestar. Sólo quería comentarte que es cierto que el Levante tiene un problema con el pan porque creo que la industria se ha dedicado durante décadas a hacer pan sólo para que los turistas se lleven algo a la boca. La industria del pan no se ha dado cuenta de lo importante que es hacer un buen pan y ha logrado crear algo absolutamente impersonal metido en una funda de plástico.

Ese problema, en otras zonas de España, no ha sido tan grave porque no han sufrido tanto el turismo masivo y las panificadoras han decidido mantener un pan "tradicional" y eso se ha traducido en un pan de calidad que es buscado y disfrutado por la gente que viene de fuera. El pan de Cea, en Galicia, los panes negros de algunas zonas de León, la hogaza de aceite que te ponen por Burgos, las hogazas de Avila, los panes de Ciudad Real o Albacete, el pan blanco de Andalucía o el Valladolid o Palencia. No me olvido de los de Asturias o Cantabria. Son tesoros que no tienen precio y que en cualquier restaurante que se precie te ponen porque están absolutamente orgullosos de ellos. Y es verdad que eso, en el Levante, se perdió o se redujo hasta hacerlo casi imposible. Pero también es verdad que se puede recuperar con un poco de voluntad.

Me precio de recordar todos los panes que he comido desde pequeño. Recuerdo perfectamente un pan que comí en Lugo con tres años de edad, en un restaurante al lado de la muralla romana. Casi medio siglo desde que me lo comí y todavía lo tengo en mi cabeza, fíjate si me gusta el pan. Bueno, pues en Levante tenían un pan también muy bueno y la cosa empezó a "torcerse" a finales de los setenta. Todavía recuerdo lo malo que me supo un pan que te ponían en una bolsa de papel acompañando una ensaladilla rusa (tampoco muy lograda) que comí en Alicante.... en el 77 o en 78.

[pepemadrid]

¡Hola Pepe! Yo sí que contesto “un poco tarde”

Tú tienes la ventaja de que no te apasiona la carne, supongo que eso puede facilitar las cosas.
A mí me encantaba. La comía todos los días, poco hecha o cruda… (el pescado en cambio no, siempre me pareció que olía muy mal x_x) Y me bastaba la máxima estúpida de “los animales comen animales”, hasta que algo (no sé muy bien qué) cambió en mi cabeza y me empecé a concienciar. Aunque supongo que en el fondo ya estaba concienciada (aunque suene raro). Cada vez que pasaba por la vitrina de la carnicería… Me iba dando más y más pena, y me sentía cada vez peor.

Me bastó con meterme en la cabeza que eso-no-se-come, al ver la carne (o el pecado, para mí es básicamente lo mismo) pienso que… no me pertenece, y que no lo necesito. Un día tomé la decisión, y todo el mundo se quedó flipado.

No he vuelto a probar la chicha, pero la verdad, si hubiese vuelto a comer carne lo habría visto como algo puntual y habría seguido adelante. Bajo mi punto de vista, no es tanto “no recaer” como el ir acostumbrándose hasta hacer del comer animales algo impensable y a lo que se está completamente habituado. Piensa que por cada día (u ocasión) en la que no comes carne, te estás posicionando más en contra de la barbarie… yo lo veo así, al menos.

Ánimo, ya verás como merece mucho la pena

Gracias por tu comentario, Amok. Es cierto que lo tengo más fácil porque no me gusta la carne. Desde que entré en el foro, hace ya unas semanas, y decidí reducir poco a poco el consumo de productos animales (pescado y queso), no he comido nada de queso y sólo he comido un día pescado. Bueno, no era exactamente pescado: eran mejillones que pusieron en casa de mi cuñado. Y, por ahora, muy bien, sin problema.

Pensaba que me iba a costar más dejar el queso....