Me dirán fanático, pero por alguna extraña razón no me entusiasma la idea de comerme una hamburguesa que es idéntica a la carne animal en todo sentido salvo en que está hecha de vegetales. Y tampoco me atrae en lo más mínimo la idea de que esté poco hecha e incluso dé la impresión de contener sangre.
Será que ya me acostumbré a los garbanzos, la soya, la avena y las lentejas.