Al cazo y al fuego. Llevar a hervir y bajar fuego dando vueltas de vez en cuando hasta conseguir la consistencia que se desea teniendo en cuenta que al enfriar espesa bastante. Los copos de avena finos son casi instantáneos. Tras hervir, un par de vueltas y liga en seguida. Los copos normales sin partir, tardan bastante más pero se les saca más sabor a avena.